LA SALUD MENTAL ESTÁ EN MANOS DE LA NUEVA ALCALDÍA DE LIMA

¿Qué nos prometerán las nuevas candidaturas en estas elecciones que se vienen para gobiernos regionales y alcaldías?

Las ciudades grandes en nuestro país necesitan muchas cosas para evolucionar y cada persona tiene su propia prioridad, sin embargo en ese grupo de prioridades sin duda está la salud mental y trabajar en ello es más sencillo y económico de lo que mucha gente cree.

En el caso de Lima, tenemos un déficit de áreas verdes tremendo en la mayoría de distritos. No necesitamos de datos de la OMS para darnos cuenta de ello. Y es justamente en esas zonas donde se siente más la necesidad de espacios públicos de recreo y ocio.

La pasada pandemia lo evidenció más, sobretodo en los primeros meses de cuarentena donde solo se podía salir de casa para cosas muy puntuales. Y si a eso le sumamos que el m2 de construcción es más elevado cada año, generando que las viviendas sean más pequeñas; ya nos queda una situación en donde tenemos una casa pequeña y estresante que nos invita a salir, pero si salimos por comida o a pasear al perro nos queda padecer de un paisaje triste, lleno de cemento, agresivo y hasta peligroso que nos estresa en silencio cada vez más.

Vivir de esa manera destruye la esencia de las personas, las hace sumisas, inseguras, agresivas, indiferentes o que siempre estén a la defensiva.

Es muy fácil desarrollar un trastorno mental si desde niñas tienen que convivir con una realidad tan dura. Vivir así además es peligroso, no solo para quien padece de un entorno así, sino para la gente que te rodea. Te conviertes en una bomba de tiempo.

Parque en el distrito de San Borja Fuente: propia

Cosas tan sencillas como ir a comprar el pan atravesado un parque lleno de árboles o poder conversar con tu amigo en la puerta de tu casa bajo la sombra de un árbol en pleno verano son cosas muy agradables y sin embargo son poco valoradas.

Trabajar en la salud mental es más sencillo y económico de lo que mucha gente cree.

Urbanistas con visión de futuro como los que trabajaron algunas urbanizaciones 50 años atrás, es lo que necesitamos para mejorar la calidad de vida de Lima. Tomará tiempo pero es necesario actuar hoy para que al menos las siguientes generaciones no sigan deteriorándose.

Esperamos propuestas reales y sostenibles en las nuevas candidaturas que sepan gestionar la ciudad sin corrupción y con el poco dinero disponible que suelen recibir.

Gerardo Berdejo.