VIVE EN UNA CASA DIFERENTE PARA REDUCIR EL IMPACTO AMBIENTAL

¿Te has preguntado alguna vez cuál es el costo que paga el medio ambiente cuando se construyen edificios?

Suele ser un asunto incómodo en el mundo de la construcción, pero debemos abordarlo inmediatamente, porque nuestra casa puede ser cómplice de una catástrofe ambiental.

De hecho, el sector de la construcción a nivel mundial ocasiona el 23% de la contaminación atmosférica, el 40% de la contaminación del agua potable, y el 50% de los residuos sólidos. Son cifras que deben preocuparnos, no solo a los que construimos, sino también a cualquier persona de a pie. En este artículo detallaremos un poco más esta problemática y qué soluciones existen o qué opciones tenemos para reducir nuestro impacto en la Tierra.

Recursos naturales

El sector de la construcción es uno de los mayores explotadores de recursos, y la mitad de ellos son no renovables. Según el World Watch Institute, el sector consume 40% del uso mundial en piedras, grava y arena; y el 25% de madera virgen por año. Podemos fingir que el problema no existe, pero tarde o temprano puede resultar que nos quedemos sin muchos recursos naturales cruciales.

Algunas empresas están empezando a cambiar poco a poco, aplicando nuevas tecnologías para reducir el uso de materiales, como las impresoras 3D o los textiles biodegradables. Sin embargo, es posible que el cambio no llegue pronto, ya que la construcción sigue siendo una de las industrias menos digitalizadas.

Biodiversidad La construcción afecta a los animales. Pero si bien hay un impacto directo por ruidos o luces en perros, gatos o palomas que viven en las ciudades, el problema es más complejo y grave. Las obras de construcción afectan negativamente en la vida silvestre y a largo plazo. Algunos de estos efectos son:

• Contaminación del aire y del agua

• Deshielo de nevados

• Aislamiento por deforestación

• Fragmentación de las poblaciones

Estos cambios afectan de forma significativa a los animales, obligándoles a cambiar su forma de vida y reduciendo su población. Este tipo de consecuencias suelen pasar desapercibidas para los constructores y autoridades del gobierno, ya que los problemas pueden ser visibles sólo después de mucho tiempo, cuando poco podamos hacer por remediar el problema.

Atmósfera Cuando se trata de la contaminación atmosférica, toda acción es importante, ya que la producción de gases de dióxido de carbono es uno de los principales factores causantes del calentamiento global. El sector de la construcción es responsable de 39% de emisiones de dióxido de carbono relacionadas con la energía y los procesos. Este alto porcentaje se debe a las acciones en la obra, el transporte y la fabricación de materiales de construcción.

Asimismo, no debemos olvidar otro factor crítico de la contaminación atmosférica: el polvo de las obras. Éste se crea a partir del cemento, la madera o la piedra trabajada en obra y suele ser invisible a simple vista. Llevado a largas distancias y durante mucho tiempo, este polvo puede causar graves problemas de salud a las personas y a los animales.

Residuos La basura está en todas partes. En 2014, el Reino Unido generó 202,8 millones de toneladas de residuos. Esta cifra puede no parecer alarmante, pero lo preocupante es que el sector de la construcción creó el 59% de esa cifra. En este contexto, la magnitud del problema resulta imposible de ignorar. La construcción genera una cantidad masiva de residuos porque depende de soluciones rápidas y baratas que deben ser reemplazadas cada año. Al mismo tiempo, el reciclaje sigue sin ser una obligación en las obras, por lo que se desperdician muchos materiales valiosos.

¿Por qué debemos preocuparnos por el medio ambiente?

Desde los materiales que elegimos, las tecnologías que utilizamos, hasta las obras que construimos, todo genera gases que causan el calentamiento global. Por supuesto, no podemos detener nuestras empresas y toda la economía, pero podemos empezar a tomar acciones que minimicen nuestro impacto.

Por supuesto, no podemos detener nuestras empresas y toda la economía, pero podemos empezar a tomar acciones que minimicen nuestro impacto.

¿Qué opciones tenemos?

Nunca es tarde para empezar. Si comparamos los últimos diez años, podemos afirmar que la industria está cambiando poco a poco su enfoque hacia la sostenibilidad. Por ejemplo, aunque de manera incipiente, se habla cada vez más de los edificios ecológicos; pero sería algo más normal si las autoridades ayudaran en algo. Algunas empresas han decidido invertir en tecnologías sostenibles utilizando energías renovables o materiales biodegradables, o por el contrario, materiales duraderos que ayuden a reducir los residuos y a minimizar el uso de energía. En otros casos existen formas más económicas de reducir la huella de carbono utilizadas por empresas pequeñas y medianas.

Aquí es donde encaja a la perfección nuestra propuesta de vivir en una casa hecha con contenedores de carga. La estructura principal de tu casa estaría hecha de un producto reciclado con lo cual no hay un costo extra en energía, no hay prácticamente residuos, ni hay una contaminación extra de agua o del aire. Con ese primer paso ya hemos avanzado bastante, lo que restaría por hacer es elegir acabados interiores que sigan esa línea de reciclados, biodegradables, obtenidos de fuentes éticas, etc.

Creemos que el futuro de la construcción debe migrar a lo sostenible, por lo que ahora es el momento perfecto para cambiar nuestro enfoque y asumir la responsabilidad de nuestras acciones. Al fin y al cabo, tomar ese sendero solo nos traerá cosas buenas.

Si quieres más información sobre las casas container que ofrecemos, revisa los anteriores artículos en este blog o contáctate con nosotros, estaremos gustosos de ayudarte.

Ahora que tienes esta información, ¿te podrías comprometer a hacer algunos cambios en tu forma de demandar productos para la construcción?

Gerardo Berdejo