Testimonio escrito para la Fundación Igualdad Animal un jueves, 4 de febrero de 2010.
Gerardo Berdejo, 34 años. Profesión: Arquitecto. Deporte: downhill en bicicleta.
¿Por qué me hice vegano?
Aunque recién tengo poco más de un año de vegano y dos años de vegetariano, la verdad es que la historia se remonta desde que tenía unos 14 años cuando le dije a mi madre que ya no quería comer carne de vaca porque me hacía sentir muy pesado cuando practicaba skate con mis amigos. En aquella época y hasta hace muy poco veía horas de horas la televisión. Por alguna razón encontré más interesante ver documentales de animales y ciencia, y eventualmente también algunos documentales de historia. Siempre me encantaron los animales porque los veía como una fuente de información, me fascinaban y aprendía cada día con ellos. Desde la hormiga hasta la ballena azul, para mí siempre fueron todos igual de importantes precisamente por lo que aprendía de esos documentales. En mi adolescencia viví por 10 años con 3 preciosos pastores alemanes que me enseñaron también mucho sobre la vida.
Captura de pantalla del archivo que encontré en mi computadora donde escribí este testimonio para Igualdad Animal. 4 de febrero de 2010.
Mis amigos del colegio ya me decían “ecologista” por mi interés en los animales y por otros hábitos que fui desarrollando con el tiempo. Y hasta cuando tuve 28 años, mi mente se sentía bien pensando que si sólo comía de vez en cuando peces, vacas y pollos no estaba haciendo gran daño al planeta y a mi cuerpo ¡Equivocado estaba hasta la médula! cuando poco a poco empecé a recibir más información en los años sucesivos, a sensibilizarme más y a hacerme la pregunta: ¿Por qué le hago cariños a un perro y me como a un pollo? Tanto fue así el cambio, que me animé en agosto del 2007 a escribir y difundir por internet 24 artículos durante un año entero, sobre una serie de temas que a la sociedad se le oculta por los intereses económicos que ya todos conocemos.
En 2007, conocí también a la ONG Igualdadanimal y gracias a ella terminé de dar el paso. Hoy en día, creo que hay una gran diferencia entre ser ecologista y ser vegano. Creo que la mejor forma de hacer que este planeta sea sostenible en el tiempo y llevar una conducta ética hacia el prójimo es hacerse vegano, ya que por un lado estamos respetando el derecho a vivir y a ser libres (en la medida de lo posible) a todas las formas de vidas animadas, y por otro lado evitamos un daño ambiental a escala global dejando de consumir todo lo que provenga de la explotación animal. Esa conducta a su vez suele llevarte a ser más compasivo con los seres humanos, cosa de la cual también padecemos casi todos. Y eso a su vez te lleva a desarrollar conductas relacionadas con las sostenibilidad.
Día de los Derechos Animales. Actividad con Igualdad Animal. 2010.
Sería bueno también que la humanidad se baje de la nube que ha construido y darnos cuenta que sólo somos una especie más en este planeta y por lo tanto debemos seguir aprendiendo de las otras especies hasta llegar al equilibrio, ya que por lo visto nos falta mucho, ¡pero mucho!
Quise compartir con ustedes este testimonio porque quizás sea la pregunta que más me han hecho en la mayoría de entrevistas que he dado a medios de comunicación y a estudiantes universitarios en sus trabajos de investigación desde que volví a Lima en el año 2011 hasta la actualidad. Es curioso leerte después de 10 años y ver que los ideales y el compromiso hoy son más fuertes aun.