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  • Foto del escritorGerardo Berdejo

Esto es lo que pasa cuando las denuncias falsas funcionan a la perfección

  • El 11 de septiembre del 2019 fui víctima de denuncias falsas por un grupo de personas que se hacen llamar feministas y gracias a la plataforma #MeToo.

  • En enero del 2022 el caso se archiva definitivamente.

  • Ariana Gabriela Quiliche Ayesta mintió en todo el proceso legal poniendo a trabajar en vano al Ministerio de la Mujer, a la comisaría y a la Fiscalía.



La primera de las 4 denuncias falsas de las que fui víctima, la que hizo Ariana Gabriela Quiliche Ayesta, la activista por los animales que participaba en las organizaciones Anonymous for the Voiceless y Lima Animal Save, se archivó definitivamente porque sus declaraciones, y cito lo dicho por la jueza: "carecen de coherencia y solidez", "porque no se halla contundencia ni verosimilitud en sus afirmaciones" y "porque no existen razones fácticas y jurídicas para seguir con la investigación." En otras palabras, Quiliche no fue víctima de ningún delito por parte mía.


Sin embargo, al movimiento #MeToo, al blog de la "periodista de investigación", Leonor Pérez Durand y a los inmaduros activistas por los animales de Lima principalmente, no les importó no tener ni una sola prueba, no les importó oír o leer mi versión, no les importó las consecuencias que podía sufrir por acusarme de tantas barbaridades.


 

En Lima y en otras ciudades de Latinoamérica han asesinado, golpeado e incendiado las casas de hombres acusados falsamente de abuso sexual. Han sido juzgados por la sociedad gracias a un testimonio únicamente, sin haber si quiera una denuncia ante las autoridades, sin haber empezado una investigación y sin haber una sentencia. La ira y el estrés de la masa es muy peligrosa y mi vida corrió mucho peligro en aquellos días de septiembre del 2019. De hecho, un grupo de mujeres organizó una protesta en las puertas de Cibertec donde trabajaba como profesor y como no fue nadie, organizaron otra protesta en frente de mi casa; pero que gracias a la rápida acción de una compañera activista, logró disuadirlos. Su furia no tenía límites, por eso, luego de ser despedido de Cibertec, gracias a la denuncia hecha por Ariana Gabriela Quiliche Ayesta en MeToo, tuve que recluirme en casa, seis meses antes que empezara la pandemia del Covid19.

 


Actualmente me encuentro en la trabajosa tarea de limpiar mi nombre y mi honra ante la sociedad porque fueron millones de peruanos los que vieron por muchos medios de comunicación, como destruían mi vida con solo un testimonio falso hecho en redes sociales.


Gracias a esas denuncias falsas fui despedido de mi trabajo en Cibertec a pesar de ser uno de los profesores mejor calificados de la institución, perdí clientes en mi empresa de arquitectura y tuve que cerrar mi negocio de venta de hamburguesas veganas por insultos, amenazas y burlas, de los que solo días atrás consideraba mis compañeros de activismo.


Así es como funciona la estrategia de cancelación de las feministas hegemónicas. Harán todo lo posible por desmoralizarte, por destruir tu esencia, por destruir tu sonrisa. Te anulan a tal punto que para ellas solo eres bueno si estás muerto. No les importa si te matan en la cárcel o te suicidas. Todo esto lo escribo por propia experiencia.


Como comentaba, por fin y después de 28 meses, la fiscalía me dio la razón y eso me da el legítimo derecho de reclamar justicia, ya sea escribiendo estos artículos con la verdad de mi lado y/o querellando a las personas que tanto daño me hicieron. Pero para eso requiero de tiempo, energías y dinero que no tengo actualmente. Por eso pido ayuda en este video, para hacer justicia, para crear un precedente y jurisprudencia, para poder ayudar a otros hombres que han sido víctimas de denuncias falsas. Quiero ayudarlos a defenderse de manera adecuada, a través de asesorías u otras herramientas que estén a mi alcance.


Desgraciadamente, el daño ocasionado por estas personas continúa y no me permite trabajar adecuadamente. Hoy sigo sufriendo de la estrategia de cancelación de estas personas: Boicotean mis campañas en la lucha por la defensa animal, boicotean la ayuda social que doy a las ollas comunes en el distrito de Puente Piedra en la zona norte de Lima y gracias a esas denuncias estoy imposibilitado de ser profesor nuevamente o de poder trabajar en cualquier empresa.


Si comprendes mi situación y está a tu alcance ayudarme, contáctame.

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